Centenario De María Elena Molinet, Artista Imprescindible Para El Diseño Cubano
Cuba siempre tendrá que rendir tributo a María Elena Molinet, una de las mujeres que sentó cátedra con su trabajo en el diseño de este país. Nacida en Holguín el 30 de septiembre de 1919, Molinet se convirtió en diseñadora de vestuario para teatro, el cine y la televisión. A la par fue una excelente profesora que dedicó buena parte de su carrera profesional a investigar.
Con una profunda preparación intelectual, Molinet se graduó en La Habana de la Academia Interamericana de Dibujo Comercial, en 1949; luego estudió pintura y grabado en San Alejandro, en 1952; y más tarde completó su formación con diseño teatral, en la antigua república de Checoslovaquia, con los profesores Ludmila Purquiñova y Ladislav Vichodyl. A esto se suma una interesante lista de talleres y adiestramientos en instituciones de Berlín, Praga y Budapest.
El cine le abrió sus puertas y fue la encargada de los diseños de vestuario de películas medulares como Lucía y Cecilia, de Humberto Solás, y Mella de Enrique Pineda Barnet, entre muchos otros títulos. Para danza, ballet y teatro creó un importante número de bocetos y diseñó para directores transcendentales de la escena cubana como Vicente Revuelta y Abelardo Estorino.
En 2007, le fueron conferidos los Premios Nacionales de Enseñanza Artística, Diseño y Teatro, este último otorgado junto a su entrañable amigo Eduardo Arrocha. En las palabras de elogio, a estos dos grandes de la cultura cubana, el también diseñador Jesús Ruiz expresó sobre la artista:
“La obra de María Elena tiene como ejes la búsqueda de la síntesis, el impulso y la necesidad de expresarse por medio de una paleta dominada por la razón, más que por el placer de la forma y el color. Esta obra, de indiscutible valor, no es sino una parte de su contribución a las artes escénicas cubanas, porque si bien Rubén Vigón fue el ejemplo poderoso al que muchos reconocemos como el punto de partida de nuestro diseño actual, María Elena personifica la batalla perenne e imparable en pro de toda causa y todo empeño que eleve cada día la calidad de nuestro diseño escénico, razón y pasión que la hacen una artista de vocación fundacional con un énfasis especial en el pensamiento teórico y la labor pedagógica.
“A María Elena le deben las artes escénicas cubanas el que el diseñador de escenografía, de vestuario o de iluminación sea considerado un artista y no un técnico, propósito que alcanzó tras una lucha que no estuvo marcada por mezquinos intereses gremiales, sino que fue el resultado de la comprensión profunda de la naturaleza de su profesión. Esto constituye un logro para todos”.
Su activa participación en la vida cultural cubana, le permitió vincularse con artistas de procedencias diversas y colaborar con proyectos múltiples. De su profunda investigación surgieron muchos textos que fueron divulgados en publicaciones periódicas. De este capítulo de su vida quedaron sus libros La piel prohibida (1997) y La vestimenta ritual tradicional de la santería cubana (2008), así como otros materiales que no han sido publicados.
Vestidas por el tiempo fue una hermosa exposición personal de María Elena Molinet, por su cumpleaños 90, que organizó la Galería Raúl Oliva en 2009. La diseñadora recibió elogiosas palabras que fueron plasmadas en el catálogo:
“Concebido tradicionalmente como decoración, el diseño adquiere carta de naturaleza a partir del triunfo de la Revolución, integrado al proceso de maduración del movimiento teatral cubano y al desarrollo de la industria cinematográfica. Se convierte, entonces, en un lenguaje que participa en la producción de sentido en la propuesta escénica. La obra de María Elena, desde la docencia, la creación y el trabajo teórico alcanza, en ese contexto, dimensión fundacional. Deja su impronta en realizaciones clásicas del teatro y el cine con una concepción de la cubanía que trasciende el acercamiento superficial, costumbrista o folklorizante. Su trayectoria previa, en estrecho vínculo con la vanguardia nacional de los años cincuenta, la había preparado para abordar tan exigente empresa. Como diseñadora, sostuvo un diálogo productivo con imprescindibles directores, ya inscritos en la historia de nuestra cultura. Pero no hay que hablar de María Elena en pasado: se mantiene creativa y actuante”. (Graziella Pogolotti)
“Hábil facilitadora de memorables tertulias en las que se debatían los problemas de la creación, salteados con algunas anécdotas hilarantes, María Elena –de siempre- convirtió su casa en lugar de reunión, al estilo de aquellas fascinantes mujeres francesas de los siglos XVIII y XIX, las Madamas Stäel y de Récamier. Allí también fundó un lugar de aprendizaje, donde aún hoy, a sus noventa años, comparte sus conocimos sobre la indumentaria universal y asume con devoción la formación de jóvenes diseñadores”. (Graciela Fernández Mayo)
En 2014, las Ediciones La Memoria, del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, sacó a la luz el título María Elena Molinet, diseño de una vida, escrito por la periodista Estrella Díaz, texto que resulta un valioso testimonio en que la propia artista relata momentos de su fecunda existencia.
En ocasión del aniversario 97 del natalicio de María Elena Molinet, en 2016, la Casa de la Obra Pía, de la Oficina del Historiador de La Habana, rindió homenaje a la prestigiosa diseñadora de vestuario, con la exposición María Elena Molinet, una cubana imprescindible.
Recientemente, Biblioteca Nacional de Cuba José Martí realizó una muestra bibliográfica por el Centenario de la notable diseñadora, en la Sala de Arte Wifredo Lam de esa institución cultural. La acción comenzó el 17 de septiembre y concluirá el 30 de este propio mes.
María Elena Molinet falleció el 6 de octubre de 2013 a los 94 años. Dejó para la cultura cubana una rica herencia que continúa siendo sedimento para las nuevas generaciones de diseñadores de nuestro país.
Redacción Cubaescena con información del Centro de Documentación María Elena Molinet de la Galería Raúl Oliva, Radio Habana Cuba, y revista Tablas. (Foto Alexis Rodríguez)