«Bayamesa» en Matanzas
Comenzó en Matanzas la Jornada Villanueva con actividades y puestas en escena que se extenderán por varios días en la Ciudad de los Puentes
Por Lisandra Pérez Coto / Fotos: Ayose S. García Naranjo
Una nueva pieza, recreada por el artista de la plástica Adán Rodríguez Falcón, integra desde este lunes, 9 de enero, el Museo de Esculturas de la Dramaturgia Cubana, con sede en la Casa de la Memoria Escénica de Matanzas. Se trata de Bayamesa, requiem por María Luisa Milanés, del dramaturgo cubano Abel González Melo, develada en el marco de las actividades que se organizan en esta ciudad con motivo de la Jornada Villanueva.
La escultura número 22, según declarara su autor, representa el proceso complejo experimentado por la poeta María Luisa Milanés, protagonista de Bayamesa, en una sociedad que le fue hostil y la búsqueda de ese florecimiento en medio de la adversidad. Tallada en maderas de zarza y marabú, el homenaje de Adán a Bayamesa, es de 1,6 metros de longitud, y se ubica en un sitio privilegiado del lugar, situada a dos metros del suelo justo en la entrada al Museo, que pretende albergar un total de sesenta piezas del panorama teatral cubano.
Sobre ella Abel González Melo destacó: “Me gustan mucho los planos, la mezcla de lo tierno con lo complejo. Es una obra que habla también de estar asido y no poder volar y creo que va a ser muy importante la oportunidad de disfrutar de la puesta en escena de la obra en el Teatro Sauto por el grupo Argos Teatro en las próximas semanas”.
La presentación del texto (Premio Casa de las Américas), a cargo de la reconocida crítica e investigadora Vivian Martínez Tabares, con la presencia de su autor, representó otro de los momentos significativos del encuentro, en el que González Melo dialogó sobre el proceso de escritura de la obra y el descubrimiento implícito de la enorme poeta y mujer transgresora que fue María Luisa Milanés.
“No hay mejor lugar para presentar una obra como esta, que en la Sala Abelardo Estorino, de la Casa de la Memoria Escénica. Quiero llamar la atención de esta obra, de su calidad como literatura dramática, la riqueza de la palabra y de la construcción de una trama por un escritor para la escena”, destacó Martínez Tabares al inicio de la presentación.
Bayamesa, requiem por María Luisa Milanés, publicado por Casa de las Américas, reúne la historia de la poeta feminista nacida en julio de 1893 y acabó con su vida a los 26 años acosada por la incomprensión y la imposibilidad de realizarse.
Abel González Melo, señala Martínez Tabares, se sumerge en una investigación histórica a través de “abundantes documentos, testimonios, datos y fechas”, para devolvernos una ficción documental que analiza los motivos que llevan al destino trágico de la poeta, en un medio que le fue hostil.
“Con esta obra el dramaturgo pone a disposición la interpretación de una vida, de una voz de intenso y perdurable aliento y llama la atención sobre alguien que reclama el lugar que merece como poeta y como adelantada de su tiempo, por sus ideas acerca de la mujer, por su defensa profunda de un pensamiento independiente, como se puede ver desde las escenas iniciales de la obra y por su vocación natural para ocupar un lugar pleno en la vida social de su época”, resumió Martínez Tabares.
Asimismo, hizo referencia a cómo, en su labor de búsqueda, González Melo recurre a sendos estudios sobre María Luisa Milanés: la investigación a cargo de María del Carmen Murcio y la compilación anotada de Alberto Rocasolano. Otro aspecto llamativo para Martínez Tabares resulta la continuidad con esta obra de una tradición de la dramaturgia cubana inspirada en figuras notables de nuestras letras y defendida por grandes autores como Abelardo Estorino, Eugenio Hernández Espinosa y Abilio Estévez.
“Como Estorino, como Abilio como Eugenio, Abel González Melo hace valer, en la voz de María Luisa, su propia voz como intelectual, su propia ansia de libertad, su necesidad de pronunciarse en un determinado contexto y es muy estimable la belleza, la hondura y la autenticidad con que lo hace. Es Estorino, a mi juicio, a quien más se aproxima, en particular a los juegos vinculados de acción y en la condensación de personajes para ser interpretados por pocos actores, también como un desafío para la dirección y el elenco que se atrevan con esta obra.
“Creo que vale la pena que vayamos a disfrutar al Sauto el montaje de Yailín Coppola, que pienso asimiló muy bien todo esto y respondió desde sus discurso de mujer, con una voz propia frente a este reto”, agregó.
Por su parte, González Melo evocó durante el diálogo con la prensa y el público participante los motivos y azares que condujeron al encuentro con la historia de María Luisa Milanés, así como varios de los momentos cumbres dentro del proceso de investigación.
“Llegué a ella gracias a mi madre. En 2019 tenía que escribir una obra para el grupo Teatro Avante de EE.UU y no sabía qué hacer. Fue entonces cuando ella me comentó que en ese año se celebraba el centenario de la muerte de María Luisa Milanés, a quien desconocía por completo, pero que me interesó inmediatamente, por todo lo que rodeaba su historia.
“Comenzó así, como un viaje hacia lo desconocido, hacia un personaje del que mi madre me habló y que tenía que ver mucho conmigo y me servía también como una bisagra, porque es una poeta difícil de circunscribir, de ubicar en un movimiento. Cuando lees su poesía, o la escuchas, te das cuenta de la gran autora que fue.
“Se formó en La Habana en un convento hasta los 18 años y luego se encerró en Bayamo. Es una poeta que trae algo del Romanticismo por su conocimiento del latín profundo, con una versificación exquisita sobre la que no paró de experimentar, pero a la vez, es una poeta metida en el corazón del Modernismo y visionaria de muchos aspectos que todavía no estaban dichos ni en Cuba, ni en Latinoamérica y que ella empieza describir.
«Yo traté de llegar a ese nivel, de meterme en ese marma, en ese pensamiento y en esa hondura y darle voz a eso que me fascinó. Intenté encontrar la manera de darle voz con personajes de la actualidad; cómo poder crear una estructura contemporánea, juguetona, teatral, en la que no se expusiera solo al personaje, sino que analizará, que lograra un recorrido, una posibilidad, una tentativa de los ecos contemporáneos de un personaje tan complejo y tan desconocido.
Bayamesa, dijo González Melo, integra una trilogía de ficciones documentales en la que el autor repasa trabajos sobre la relación entre poesía y poder en tres grandes momentos de la historia cubana: la colonia, la República y la Revolución, a través de sus textos Fuera de juego y Cádiz, José Martí un itinerario romance.
“Trato de irme hacia ello, hacia esas figuras históricas y las relaciones de ellos con el poder y la censura, son tres grandes poetas nuestros censurados y busco conectar con ellos con un aliento contemporáneo, para explicar lo que somos y en lo que nos hemos ido convirtiendo como nación”.
En portada: El artista de la plástica Adán Rodríguez Falcón y el dramaturgo Abel González Melo.