Ballet Laura Alonso clausuró la 39 temporada de danza de Terrassa con El corsario
Por Pablo Ignacio de Dalmases
Un estentóreo grito de “Viva la danza cubana” se oyó entre los “bravos” que jalonaron el final de la representación de “El corsario” con el que LaFACT de Terrassa, concluyó su 39ª temporada de danza. Había interpretado esta obra, sobre coreografía original de Marius Petipá, el Laura Alonso Ballet Company, una formación procedente de la mayor de las Antillas cuyo apellido la vincula claramente a la familia más representativa del arte coreográfico cubano: el formado precisamente por los padres de esta longeva bailarina, fundadora de Prodanza, es decir, su también longeva madre, la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, y su padre, Fernando Alonso, maestro de danza, que dio apellido a la estirpe.
“El corsario” es uno de los títulos imprescindibles del ballet clásico, aunque curiosamente hemos de reconocer que nunca lo habíamos visto en su integridad. Sí en alguna de su danzas, pero no en su globalidad y a fe que resulta una coreografía hermosísima que Alonso junior ha comprimido en dos actos y cuatro cuadros. En todo ellos hay ocasión para el lucimiento de los componentes de esta formación que, por voluntad de su fundadora, tiene particular interés en la formación y lanzamiento de jóvenes bailarines, alguno de los cuales pudimos ver en esta actuación de Terrassa. Pero si se nos permite destacar algunos momentos particularmente felices habremos de citar la intervención coral de la primera escena del segundo acto en el que la esclavas danzan para el pachá; es el clásico baile en el que todas las intérpretes femeninas bailan en puntas caracterizadas con su liviano tutú y acreditan de forma fehaciente su inspiración y su excelencia. También resultaron brillantísimos los pasos a dos de los dos protagonistas, Conrado y Medora. Disculpen que no digamos sus nombres puesto que el programa de mano indicaba varios titulares, a concretar entre ellos según la función.
La escuela cubana de ballet tiene presencia de antiguo en Terrassa y puedo decir que todavía tuve ocasión de ver en el Centro Cultural egarense a la madre de Laura, la genial Alicia Alonso, interpretando una de sus últimas coreografías como figura, algo que debió ocurrir en 1994 a juzgar por lo que pude colegir de la exposición que sobre la historia de las temporadas de danza se ha situado en la sala inferior del Centro Cultural. Pero es que además en la próxima temporada, con la que se alcanzará la cuadragésima edición, el Ballet Nacional de Cuba y la Acosta Dance fundada por el famoso bailarían Carlos Acosta. Lo dicho: ¡Viva la danza cubana!
Fuente: Catalunyapress.es