Ana Cristina Colla: arquetipal actriz brasileña

Por Roberto Pérez León

El pasado viernes 5 de julio tuvimos en la sala Tito Junco del Bertolt Brecht una muy particular visita teatral. Auspiciada por la Casa de las Américas estuvo con nosotros la actriz Ana Cristina Colla con el unipersonal Ser/Estando Mujeres, espectáculo dirigido por Lumen Teatro de Brasil.

La agrupación brasileña sobresale por sus trabajos investigativos y experimentales alrededor del ejercicio actoral, así como sobre el vínculo que anuda espectador y obra.

Lumen Teatro problematiza y explora lo espectatorial desde diferentes ángulos. Resignifica una variedad de teorías, conceptos sociales, ideológicos, estéticos a partir de la experiencia escénica para influir en las actitudes y creencias de los espectadores.

Destaca entre las búsquedas de nuevas formas de hacer teatro el énfasis no en el análisis del espectador sino en el encuentro con él a través de dinámicas que inciten la invención de las relaciones con el hecho escénico.

Con la presentación de Ana Cristina Colla tuvimos una muestra del hacer en Lumen Teatro como colectivo que tiene entre sus frentes de experimentación el desarrollar nuevas formas de lo espectatorial a partir de lo actoral.

En el núcleo de la singular espectatorialidad que Lume Teatro fecunda está el penetrante protagonismo de la corporalidad.

El trabajo actoral de Ana Cristina Colla es arquetipal por la potencia de su corporeidad/danzalidad. Como una respiración intocable, inaudible se hace sustancia y vaporación incesante lo corpóreo con las regalías de la “brasilezación” en conjunción con los hallazgos del Butoh, también de un Eugenio Barba y de un Grotowski con sus poiesis de furias metamorfósicas para el trabajo escénico.

El accionar actoral de esta señora es arquetipal en tanto expresa, de manera esencial y unánime, la encarnación de símbolos y figuras de los personajes que pone en escena. Ser/Estando Mujeres es un unipersonal donde confluyen diferentes mujeres y todas matizadas por la corporalidad de la actriz. Los diversos personajes denotan la dimensión del compromiso profesional de Ana Cristina Colla al sustanciar en ellos sus experiencias como mujer.

Performatividad y teatralidad: fusión/fisión entre accionar físico y la cualidad escénica donde vibra la sensibilidad corporal, la mímesis corpórea, la corporización de la voz, la certeza de una observación crítica y creativa de la cotidianidad.   Ser/Estando Mujeres provoca, subvierte nuestra expectación convencional por el calibre de la energía actoral como base de la presencia escénica, cualidad que amplifica la atención del espectador.

Cada personaje tiene una partitura vocal y corporal que evidencia procesos experimentales y creativos singulares: autonomía, disponibilidad física, dinámicas lúdicas y energéticas, autodisciplina, entendimiento con el cuerpo y sus posibilidades expresivas para crear nuevos territorios artísticos.

En Ser/Estando Mujeres la presencia escénica expande una potente dramaturgia donde lo corpóreo adquiere, por confluencias y excepciones, más que una dimensión plástica, las esencias de una figuración dramática irradiante.

En Ser/Estando Mujeres se consolida la calidad presencial que resulta de la modelación de la energía necesaria para lo escénico, eso que Eugeni Barba declara como lo “bios escénico”:

Se trata de una cualidad extra-cotidiana de la energía que vuelve al cuerpo escénicamente «decidido», «vivo», «creíble»; de este modo la presencia del actor, su bios escénico, logra mantener la atención del espectador antes de transmitir cualquier mensaje.

No se trata de que la actriz persiga imitar, ser semejante o verosímil. Ana Cristina Colla es el punto de partida de sus personajes, “deviene en”. Crea sus personajes, los habita construyéndolos sin llegar a ser ellos. Ella es una entidad relacional que sabe contagiarse. Actriz y personaje: acción/cotidiana-acción/escénica/espectadores contagios que producen la experiencia de lo aurático.

Walter Benjamín en La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica declara:

El aura de una obra humana consiste en el carácter irrepetible y perenne de su unicidad o singularidad, carácter que proviene del hecho de que lo valioso en ella reside en que fue el lugar en el que, en un momento único, aconteció una epifanía o revelación de lo sobrenatural que perdura metonímicamente en ella y a la que es posible acercarse mediante un ritual determinado.

Ana Cristina Colla actriz es la fortaleza de su corporalidad escénica: cuerpo escénicamente poderoso por sus énfasis energéticos capaces de transmitir una vigorosa presencia de la que se traduce el riguroso trabajo de entrenamiento actoral.

En Ana Cristina Colla el actuar es raigal, tiene la calidad de lo espontáneo de manera reactiva, con el intuitivo accionar de la cotidianidad. Ser/Estando Mujeres es un ejercicio poético de una actriz que se enfoca en las tensiones entrañables de lo ficcional y lo real. Entonces suceden los hallazgos, el flujo de imágenes, la gravitación de lo teatral, y se alcanza la verdadera innovación dramatúrgica.

Gracias a la Casa de las América y a la gestión de Vivian Martínez Tabares por traer a la escena habanera una muestra de las singularidades del mejor teatro latinoamericano.

Foto Archivo Cubaescena