A escena. Desde los niños hasta los bailarines profesionales
Por Maya Quiroga
Disciplina, rigor y preparación caracterizan a la compañía Lizt Alfonso Dance Cuba (LADC), cuya clave del éxito ha sido el trabajo constante e ininterrumpido durante más de tres décadas. Uno de los sellos distintivos de esta agrupación, devenida escuela para varias generaciones, han sido sus talleres vocacionales, donde por 30 años se han formado infantes de entre 6 y 16 años.
Acerca de la importancia que han tenido esos talleres para los niños de La Habana Vieja y otras comunidades declaró, en exclusiva para Cubahora, la bailarina y coreógrafa Lizt Alfonso.
Treinta años se dice fácil, pero es bien complicado. Desde los inicios de la compañía uno de los motivos fundamentales de inspiración para nuestro trabajo fue precisamente que los niños que nos rodeaban en La Habana Vieja se sumaran al proyecto LADC a través de la danza.
Después pasamos nuestras fronteras y fuimos mucho más allá porque hemos tenido alumnos de toda La Habana y sus alrededores: estamos hablando de Mayabeque y su municipio Santa Cruz del Norte, Artemisa, Matanzas y Pinar del Río.
Hay niños que incluso tienen que esperar un tren para poder llegar a las clases. Nos enorgullece que muchas veces cuando vamos a esos lugares nos encontramos con ellos y hoy en día están haciendo diversos trabajos, pero todos son personas de bien, con una vida enfocada, amorosa y fructífera.
Por otra parte, algunos de los niños que han pasado por esos talleres son actualmente miembros de la Compañía, luego de haber pasado por los ballets infantil y juvenil hasta llegar a la Unidad Artístico-Docente, adscrita a la Escuela Nacional de Arte. De hecho, ahora en noviembre tenemos una nueva graduación que se va a realizar en el Teatro Martí y algunos de esos muchachos que se gradúan van a ingresar a la Compañía.
– ¿Esa vocación por el trabajo con la infancia tiene algún origen en aquella niña que asistía a los talleres de apreciación artística, organizados por el Departamento de Servicios Educacionales del Museo Nacional de Bellas Artes?
–Claro que sí. Todo se relaciona. Esa niña que iba a los talleres de apreciación de las artes plásticas con los profesores Oscar Morriña y María Elena Jubrías, en el Edificio de Arte Cubano, el único que existía en aquel momento, es la profesional que hace tres décadas organiza los talleres vocacionales en LADC.
–En el mes de marzo de este año 2022 estrenaste una nueva sede: MaleconART 255, en Malecón entre Galiano y Blanco, en el municipio de Centro Habana, donde radica tu Proyecto de Desarrollo Local LADC+. ¿Cuáles son las proyecciones de este PDL?
–En este edificio que con tanto cariño nos entregó el Doctor Eusebio Leal trabajamos las mismas personas de la Compañía. Queremos tener aquí talleres de apreciación de las artes plásticas, música, apreciación cinematográfica, literatura, actuación y yoga. En la segunda quincena de enero de 2023 comenzarán los cursos de danza contemporánea y danza moderna. Muchos artistas consagrados van a ser los profesores.
Un taller que nos tiene muy entusiasmado se llama Mueve tu cuerpo. Está dirigido a personas mayores de 30 años y todos los que asistimos a él la pasamos muy bien. Lo digo porque soy una de las maestras.
Los sábados en familia son una propuesta que se desarrolla desde las 10 de la mañana y hasta las 6 de la tarde aquí en MaleconART 255. Tenemos un espectáculo que se repite en varias tandas durante el día y puede venir toda la familia. Realmente se pasa muy bien.
–Además de los 30 años de los talleres vocacionales, se celebran los 31 de la Compañía. ¿Cómo has concebido esos festejos?
–En 2023 debemos estrenar, en el Teatro Martí, el espectáculo Habana Fénix, donde realizamos un paseo por distintos momentos de la historia musical y de la capital cubana. Por supuesto se convertirá en una suerte de gran homenaje a Eusebio Leal.
Ahora, el sábado 3 y el domingo 4 de diciembre estaremos en la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba y el siguiente fin de semana en el Martí, con un espectáculo que se titula Lizt Alfonso Dance Cuba. A escena. Se incluirán momentos de Habana Fénix, coreografías como: La comparsa, con música de Ernesto Lecuona y El manisero. Además, se podrán recordar coreografías como Fuerza y Compás.
Los protagonistas serán los miembros de la Compañía y su grupo musical pero tenemos invitados a nuestros pequeños porque queremos hacer un tributo a ese trabajo educacional que hemos realizado durante 30 años. Nuestra intención es que el público constate cómo hemos ido, paso a paso, subiendo la escalera, para formar a partir de un niño aficionado a un bailarín profesional, concluye Lizt.
Fuente: Revista digital Cubahora
Fotos: Buby Bode