A 75 años del milagro del ballet cubano
Por Sergio Félix González Murguía
El Ballet Nacional de Cuba arribará a sus 75 años de vida y creación, una agrupación que nació el 28 de octubre de 1948 con una quimera, el sueño de tres visionarios, Alicia, Alberto y Fernando Alonso. Ellos se propusieron que el pueblo cubano comprendiera, a nivel masivo, que teníamos el talento suficiente para desarrollar una compañía de ballet. La vida me permitió oírlo en las voces de los tres fundadores ¿Por qué alrededor del mundo existían compañías de ballet y en Cuba no? Esa fue la primera interrogante que los motivó a emprender el camino». Así lo contó el doctor Miguel Cabrera, historiador del Ballet Nacional de Cuba, este martes durante la presentación del programa de celebraciones por el aniversario 75 del buque insignia de la danza cubana.
Cuando todavía quedan frescas en nuestra memoria las experiencias de la 27ma. edición del Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, regresa el mes de octubre y no lo hace, como hace un año, de cualquiera manera. El décimo mes del año será la oportunidad propicia para vivir una gran temporada de presentaciones con las que le Ballet fundado por los Alonso colmará la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba con una amplia y diversa propuesta coreográfica, cuyo momento cumbre será el próximo 28 de octubre con una gran gala festiva.
La primera bailarina y directora general de la compañía, Viengsay Valdés compartió en conferencia de prensa detalles de los festejos que, aseguró, «me hacen sentir feliz y emocionada por la posibilidad de vivir otro hecho histórico. Octubre será un mes intenso para nosotros, con actuaciones y programas diferentes cada fin de semana. Es imposible abarcar estos 75 años en un mes de presentaciones, pero la selección ha sido cuidadosa y variada, entre la obra de importantes coreógrafos cubanos, junto a los grandes clásicos versionados por nuestra querida Alicia».
Las entradas ya están a la venta en la taquilla del Teatro Nacional de Cuba, donde la compañía se presentará en horarios habituales (viernes y sábado, 8:30 pm y domingo 5:00 pm; la gala del día 28 de octubre iniciará a las 7:00 pm, haciendo gala de su versatilidad en diferentes registros.
Veremos sobre la escena de la Avellaneda, obras icónicas del repertorio de la agrupación, desde Dionaea, de Gustavo Herrera, Rara avis, de Alberto Méndez, La cenicienta, de Pedro Consuegra, Majísimo, de Jorge García, Alfonsina, de José Antonio Chávez, junto a Leda y el cisne y Rítmicas, de Iván Tenorio.
No faltarán las versiones coreográficas de Alicia Alonso sobre grandes clásicos como Coppelia, El lago de los cisnes y Don Quijote, así como Bodas de sangre de Antonio Gades y Carmen de Alberto Alonso. Las fechas de cada una de las presentaciones y toda la información concerniente a la venta de las entradas puede ser consultada en las cuentas oficiales de redes sociales del Ballet Nacional de Cuba (BNC).
Será otra oportunidad de lujo para ver salir a escena a consagradas figuras de la danza clásica cubana, interpretando roles aclamados por el público y otros añorados, junto al talento de las jóvenes figuras, así como la participación de estrellas internacionales e intérpretes cubanos radicados en el exterior que, a falta de confirmaciones, aseguran los organizadores del jubileo, no quieren perderse esta celebración.
Será la oportunidad para el reencuentro de artistas históricos y en activo junto a su público, que también podrá aplaudir y disfrutar a la compañía en otros momentos de este aniversario que será uno de los platos fuertes de la Jornada de la Cultura Cubana, aseguraron desde el Ministerio de Cultura. Por ello, desde otras manifestaciones se estará reverenciando el arte de esta agrupación con presentaciones de libros, exposiciones fotográficas, cancelaciones filatélicas conmemorativas, entregas de reconocimientos a bailarines y personal del BNC con destacada y sostenida trayectoria, entre otras actividades.
El ciclo «Ballet y cine» será una aproximación, del 26 al 29 de octubre, en el Multicine Infanta, a importantes piezas coreográficas llevadas a la gran pantalla como Giselle (1964) de Enrique Pineda Barnet, La bella durmiente del bosque (2010), de Luis Ernesto Doñas, Cascanueces (2011) de Cristopher Stacey, entre otras. Vivirá la capital cubana nuevamente un evento de la magnitud de un festival internacional de ballet, como no puede ser de otra manera, para celebrar los 75 años de un arte que ha puesto a Cuba, desde hace mucho tiempo, en el mapa de la danza mundial.
Una compañía, Patrimonio Cultural de la Nación
Fue durante la pasada edición del Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso que se dio inicio a los festejos por el aniversario 75 de la fundación del Ballet Nacional de Cuba. A partir de ese momento se suscitaron una serie de iniciativas, entre giras internacionales, estrenos mundiales y otros intercambios creativos que allanaron el camino hasta este octubre de júbilo que se avecina.
Otra de las iniciativas que tiene lugar por estos días son las charlas didácticas «Un encuentro con la danza, la técnica y los estilos» a cargo del historiador de la compañía, Dr. Miguel Cabrera, con el objetivo de acercar el arte de la danza y su apreciación a lugares y sectores donde no es habitual que este arte llegue, desde escuelas primarias, ministerios, hasta empresas, hospitales o la Antilla de acero, pues se trata, reconoce el especialista, de una manifestación que emana del talento del pueblo.
Cabrera explicó a la prensa que «cuando el Ballet cumplió 70 años, hace un lustro, en reconocimiento a su labor, el Estado cubano declaró a la compañía como Patrimonio Cultura de la Nación. Ese reconocimiento no se da de manera fortuita, pues es una compañía que desde sus inicios enriqueció la cultura danzaria del cubano: ha creado 784 obras, entre creaciones nacionales e internacionales.
El otro renglón de trabajo es el pedagógico, desde la creación de la academia de ballet Alicia Alonso para formar la primera generación de bailarines cubanos en 1950. Sin esa escuela no hubiera existido la amplia lista de grandes figuras que luego se convirtieron en los maestros de las nuevas generaciones de bailarines, hasta el día de hoy. El trabajo pedagógico lo sigue haciendo la compañía. He vivido 55 años asociado al Ballet Nacional de Cuba y he visto el oro de muchas generaciones: el talento de nuestro pueblo es la garantía, junto a la escuela, de que eso siga existiendo y que el ballet cubano perdure.
Sobre el trabajo en el futuro, reflexionó la directora de la compañía, Viengsay Valdés. «Las nuevas generaciones de bailarines continúan siendo la base y el motor de nuestro trabajo creativo. Confiamos en su compromiso con este legado histórico y su vínculo indisoluble con este gran fenómeno que ha sido el milagro del ballet cubano, donde quiera que estén. Cada generación, cada época ha tenido su momento de auge, de elogio, de ser fructífero. Esta, sin duda, está construyendo el suyo y seguirá aportando a lo que el Ballet Nacional de Cuba será en el futuro».
Fuente: Periódico Juventud Rebelde