II Taller Nacional Prensa, Humor E Identidad: Ejercicio De Debate Y Opinión
Por Jorge Alberto Piñero (JAPE)
De muy productiva y valiosa podría catalogar la jornada de ponencias y debates que tuvo lugar en días pasados en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí como parte del II Taller Nacional Prensa, Humor e Identidad. Convocado por esta institución en coordinación con el Centro Promotor del Humor y el Consejo Nacional de las Artes Escénicas (CNAE) se dieron cita humoristas, críticos de artes, periodistas, caricaturistas, comunicadores, sexólogos, realizadores… en fin, una diversa gama de especialistas para intercambiar opiniones y experiencias acerca de un tema que ha ganado espacio y aún merece un mayor acercamiento desde una visión puntual y profunda: el tratamiento de género.
Las artes plásticas abrieron la mañana con la exposición Humor en clave de género del caricaturista Jorge Sánchez Armas, quien ha ganado un sello por su aproximación a este tópico desde una mirada humorística y reflexiva.
Conmemorando los 151 años de los sucesos del Teatro Villanueva, Kike Quiñones abrió la sesión de ponencias con su conferencia Nación: humor e identidad. Un profundo y singular análisis de los resortes que dieron lugar al nacimiento de nuestro país como Nación, como República, a partir de los rasgos que denotaron nuestra identidad contenidos en las artes escénicas y en particular en el humor. Hurgar en la historia y en la manera en que nuestros próceres: Varela, Mendive, Martí, Maceo, Gómez…, nos dotaron de herramientas y conceptos en la conformación de la verdadera Patria de los cubanos y cubanas.
Procedentes de la Fundación Oscar Arnulfo Romero (OAR), las especialistas María Teresa Díaz y Mayra García Cardentey expusieron su ponencia Humor y género, a partir de las diferentes experiencias obtenidas de la actual campaña El acoso te atrasa, la cual montaron sobre una plataforma que incluye el humor como eficaz lenguaje de comunicación y sociabilización, a la hora de proyectar sus objetivos y llamar la atención sobre una problemática de significativa presencia en nuestra cultura machista y androcéntrica.
Otro conocido flagelo de nuestra contemporaneidad referente a la presencia de la mujer en la diversidad artística fue el propuesto por la reconocida escritora Laidi Fernández de Juan, en su conferencia Mujeres en el humor literario. ¿Existe una literatura propiamente femenina? ¿Por qué son menos las mujeres que se dedican a la narrativa en comparación con los hombres? ¿Es un problema cubano o es universal? Fueron algunos de los cuestionamientos que dieron lugar múltiples reflexiones y criterios entre la ponente y el público que una vez más aplaudió su entrega, profesionalidad y desenfado.
La tarde comenzó con una “provocación” lanzada por el periodista y realizador que suscribe estas líneas, al presentar un breve promocional del documental Sonrisa de mujer, que aborda un acercamiento a la presencia de la mujer como protagonista en el humor cubano de todos los tiempos.
Entre otros temas se enfatizó en el papel y la presencia del travestismo artístico. Hombres que se disfrazan de mujer para hacer humor. Personajes, “caricaturas”, ejercicios de actuación que realzan o simplemente deterioran la imagen femenina. Estereotipos que acentúan el mal uso y abuso en el enfoque artístico y social de la diversidad y el género.
¿Desplazan estos actores transformistas el trabajo de las actrices en el humor? Estas y otras muchas preguntas fueron consultadas y debatidas por el público y un panel de lujo compuesto por la escritora Laidi Fernández, la realizadora Magda González, y la actriz Venecia Feria, donde cada cual expuso su opinión a partir de su experiencia profesional y su papel como actantes de la sociedad cubana de estos tiempos difíciles, complejos, pero que a la vez conforman el baluarte de una identidad que nos ratifica, nos articula, y nos hace pensar como país, como Nación.
Nuevamente se hicieron notar la ausencia de directivos, prensa y otros profesionales que fueron convocados con la idea de lograr una mayor participación en todos los sectores mediáticos y de responsabilidad en la toma de decisiones en la política cultural cubana. No obstante, el consenso general de los participantes coincide en que estos talleres más que una “catarsis”, se convierten en un verdadero ejercicio de debate y opinión a todos los niveles.
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