Los Villanueva: Un Premio Imprescindible Para La Formación De Públicos
Comienza la recta final de 2018 y desde el Consejo Nacional de las Artes Escénicas se retoma con otras miradas, una acción que ha quedado en la rutina: Las Jornadas Villanueva. Será enero de manera especial, el mes del teatro cubano.
Con la creación de Las Jornadas Villanueva, el Consejo se propuso honrar cada año aquel acto patriótico del 22 de enero de 1869, día en que el teatro cubano se comprometió para siempre con el destino de la nación.
En 2019, los sucesos del Villanueva cumplirán 150 años. Tendremos que volver la vista y hacer reverencia al acto realizado por los Caricatos: una función benéfica “cuyo fondo se destina para un fin muy laudable”, decían algunos diarios; y otros llamaban al público a responder a esta “obligación patriótica” llenando el teatro y pagando su entrada.
En enero, además, se escoge el Premio Nacional de Teatro, un lauro que se entrega por la obra de toda la vida, una forma de reconocer el trabajo y el recorrido de una personalidad de la escena, que haya contribuido al desarrollo del teatro en nuestro país.
También en esos días se entregan los Premios Villanueva de la Crítica, otro momento que marca un balance en la calidad de las puestas que han sido destacadas en las artes escénicas cubanas. Pero desde hace tiempo, esa no es la tónica que caracteriza a estos tan llevados y traídos galardones.
Los Premios Villanueva que entrega, desde finales de los años 80 del pasado siglo, la Sección de Crítica e Investigación, de la Asociación de Artistas Escénicos de la Uneac, es uno de los sucesos más controvertidos en el multitudinario panorama de las artes escénicas cubanas. A pesar de ello, los Villanueva continúan siendo un punto de mira importante para los artistas y el público.
El problema es el poco respaldo que los propios miembros de esa Sección dan a los Villanueva. Generalmente, solo un grupo de críticos se toman el trabajo de pasar balance a los espectáculos de todo un año para seleccionar los mejores.
La empresa de hacer una elección justa es, sin dudas, de las más difíciles. En su realización entran subjetividades, puntos de vistas encontrados, filiaciones, intereses, opiniones cerradas, la no asistencia por muchos críticos a espectáculos de diversas tendencias, entre otras razones que están presentes o no, según los críticos que llegan cada diciembre a la Uneac para ejercer su voto.
Otro de los principales problemas que tienen los Villanueva es la poca divulgación que se hace de las obras ganadoras, de sus recorridos en el año, responsabilidad del Consejo Nacional de las Artes Escénicas.
Entonces, 150 años después estamos obligados a ser consecuentes con un hecho que marcó a Cuba. Decir Villanueva es decir compromiso y desde ese compromiso estamos llamando a los miembros de la Sección de Crítica Teatral de la Asociación de Artistas Escénicos de la Uneac a tomar parte de la votación de los Premios Villanueva. La directiva de la Sección comparte esta idea con nuestra institución.
El Consejo Nacional de las Artes Escénicas quiere ser acompañado por la crítica en estos momentos de reformulación de sus acciones, los críticos también pueden y deben ayudar al cambio. La vanguardia escénica es lo que debe primar ante tanto intrusismo de seudo artistas, que pretenden apropiarse de los espacios que por derecho le corresponden a lo mejor de las artes escénicas cubanas.