Intercambio del CNAE con los Consejos Asesores de sus instituciones nacionales
Un amplio diálogo tuvo lugar en la sala Adolfo Llauradó del Centro Cultural Vicente Revuelta en la capital cubana, en ocasión de de un intercambio del Consejo Nacional de las Artes Escénicas (CNAE), con los artistas miembros de los Consejos Asesores de las instituciones nacionales, los teatros y las empresas. Este sistema incluye al Centro Promotor del Humor, el Circo Nacional de Cuba, el Teatro Mella, el Teatro Nacional, el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, el Centro de Danza de La Habana, y su homólogo, el Centro de Teatro, así como las agencias Actuar y Caricatos.
En la introducción al encuentro, Fernando Rojas, presidente del CNAE, ofreció varios datos del trabajo realizado durante los meses de confinamiento obligatorio por causa de la pandemia, y la situación en que se encuentra el sector en la llamada nueva normalidad.
El también viceministro de cultura explicó que desde el 17 de octubre, momento en que se retomó la programación escénica, hasta el 12 de diciembre, se realizaron 75 funciones en la capital del país, una muestra de que los espacios de representación han logrado mantenerse activos todos los fines de semana, y que el público ha vuelto a los teatros a reencontrarse con muchas de las propuestas que quedaron interrumpidas a causa de la situación epidemiológica ocasionada por la Covid-19, y con otras nuevas.
Rojas también apuntó que han podido ser retomadas las celebraciones por el Centenario del Natalicio de Alicia Alonso, una de las conmemoraciones más importantes que se habían proyectado para este año. Para ello, el Ministerio de Cultura, el CNAE y el Ballet Nacional de Cuba (BNC) desarrollan un amplio programa que incluye proyecciones cinematográficas, exposiciones y una temporada de funciones del BNC, entre otras actividades que completan una agenda bastante ambiciosa para ejecutar, en momentos en que el país trata de mantener cifras bajas por contagios del nuevo coronavirus.
Con respecto a las acciones desplegadas por el CNAE frente a los embates económicos y sociales de la pandemia, Fernando Rojas explicó que la institución había utilizado gran parte de su presupuesto y otras fuentes de ingreso, para proteger salarialmente y apoyar a los más de 2300 artistas que trabajan en el país por esquemas comerciales, que se vieron afectados al cerrar el mercado en estas áreas. Se encuentran en esa situación el Centro Promotor del Humor, el Circo Nacional de Cuba, y compañías de danza y variedades que trabajan frente al turismo, entre otros.
Por esta situación, el CNAE tuvo que cancelar la mayoría de las nuevas producciones, también se han visto afectadas algunas funciones por el tema de la energía, pero lo fundamental ha sido la protección que tuvieron los artistas en estos largos meses de confinamiento. Rojas expresó que esta situación se mantendrá todavía por un buen tiempo, pues la institución no cuenta con recursos para financiar producciones nuevas. En este argumento se incluyen, entre otros, los presupuestos para realizar nuevas escenografías, las giras nacionales, o las propuestas para recibir artistas extranjeros que deseen presentar su trabajo en nuestro país, asumidas por nuestras instituciones culturales.
A esto se suma que las consideraciones financieras cambiarán completamente, a partir del necesario ordenamiento a que ha convocado el gobierno cubano. El CNAE, como todo el país, necesitará un período para reorganizarse. Con todo ello, el sistema de las artes escénicas cubanas pasará un buen tiempo con reposiciones, con pocos estrenos, sin temporadas largas, para que la mayoría de los grupos tengan la oportunidad de presentarse frente al público. El CNAE y sus instituciones abogan porque los artistas no se vean perjudicados y que todos tengan la oportunidad de mostrar su trabajo.
Los dirigentes del CNAE calculan que esta situación se mantendrá, aproximadamente, hasta el 1 de abril de 2021. En este momento, y se espera que las condiciones lo permitan, se comenzarán a realizar nuevas producciones, se retomarán las giras a las provincias, entre otras acciones que conduzcan al sector hacia una normalidad de trabajo. Significa, además, que se trabajará con cierta contracción, y la mejor manera de avanzar en estas circunstancias es con mucha democracia laboral, discutiendo qué y por qué se financia un proyecto y no otro. Será la forma de tomar las mejores decisiones para dentro de un esquema, donde no se afecte nadie, poder apoyar más las mejores propuestas.
Un punto vital fue abordado a partir de las reducciones de catálogos en los centros y las agencias de representación del CNAE. Rojas apuntó que se había tenido mucho cuidado en este sentido, pero una gran parte de las propuestas que se le estaban presentando al público no tenían calidad suficiente como para seguir siendo auspiciadas por la institución. Sobre el tema argumentó la razón por la que se habían fusionado las agencias Caricatos y Escenarte en una sola empresa, especificó que ambas continuarán siendo marcas individuales, pero las estructuras administrativas ya se han fusionado.
Los catálogos de Caricatos y Escenarte tuvieron una reducción de más del ochenta por ciento, reincorporando algunas de sus agrupaciones a los centros del CNAE, sin que nadie quedara desamparado. Es preciso recordar que estas agencias fueron creadas para promocionar y representar comercialmente a las agrupaciones pertenecientes a las distintas instituciones del CNAE, pero que su objetivo nunca fue tener un catálogo propio.
El presidente del CNAE realizó también una actualización sobre los sucesos vinculados con los artistas que se reunieron frente al Ministerio de Cultura en fecha reciente, y las singularidades en cada uno de los casos. Dijo que no todos llegaron allí por razones comunes, y que en atención a esto no se pueden mezclar las particularidades, de manera que reciban atención y diálogo aquellos que verdaderamente desean mejorar muchas situaciones que implican a las instituciones del sistema de la cultura. Se trata de personas honestas, que no tienen, como otros con mucha exposición mediática, ninguna relación con agencias federales estadounidenses.
En conversación abierta con los presentes, Ana Nora Calaza, actriz de larga trayectoria en la Televisión Cubana, alertó que se está perdiendo la memoria histórica del país, y que hay que rescatar aquellos espacios públicos que han tenido una importancia en el desarrollo de la historia de la nación cubana. La artista también hizo un llamado a revisar espectáculos de mala calidad que se presentan bajo el rótulo de instituciones cubanas como Turarte o Artex. También abogó para que se cuidara la dramaturgia que se utiliza en las propuestas que se le presentan a la comunidad en los barrios y en actividades realizadas en espacios abiertos.
En varios momentos se abordó el tema de la dudosa calidad de las propuestas televisivas que se muestran descuidadas en su presentación, y rescatar la forma de decir mensajes, sobre todo para los niños, que han sido efectivas en momentos históricos de la Televisión Cubana para consolidar valores cívicos y patrióticos. Este fue un medio criticado por varios de los artistas presentes, sobre todo en su proyección con la programación para niños y jóvenes.
La teatróloga Marilyn Garbey, del Consejo Asesor del Teatro Mella, explicó que le llamó la atención que esas personas fueran a reclamar al Ministerio de Cultura, y dijo:
“Allí había miembros de la UNEAC y de la AHS. Creo que esas organizaciones deben revisarse por dentro, y pensar por qué la gente no fue a las organizaciones gremiales y llegaron directamente a la institución. Hay que preguntarse por qué personas que sí son revolucionarios estaban exigiendo dialogar de esa manera. Evidentemente las formas de diálogo no son las más adecuadas. A veces uno no encuentra respuestas, ni buenas ni malas, con los funcionarios. Las respuestas se demoran y cuando se toman decisiones, generalmente, es tarde. Entonces, ya el enemigo tomó la delantera en los medios digitales, y contó cosas que nosotros podríamos haber contado de otra manera. Sucede que casi siempre vamos a la riposta y en ese momento es muy difícil que la gente crea en lo que se le está diciendo”.
Sobre el tema de la programación cultural, Garbey recordó que en todos estos meses hubo artistas que se reinventaron creando materiales para los medios digitales, pero otros no hicieron absolutamente nada y siguieron cobrando un salario del Estado, olvidando su compromiso social. La investigadora se sintió satisfecha con el retorno del público a los teatros, una vez que se ha vuelto a la nueva normalidad. Y alertó que las instituciones deben ser más inclusivas con aquellos artistas que desean aportar con su trabajo al desarrollo social del país.
En otro momento, se llamó la atención de cómo se han agrietado muchas zonas de la radio cubana, un sector que hoy adolece de directores administrativos que tengan suficiente sensibilidad con el hecho artístico que se realiza en ese medio. Se recordó que la radio suele ser olvidada con la certeza de que ha sido sustituida por las nuevas técnicas digitales. Algunos especialistas llamaron la atención del error que implica esto, pues la radio en Cuba tiene un público numeroso que en su mayoría son personas adultas, a las cuales también hay que incluir en el amplio prisma comunicacional del país.
Por su parte, el crítico Heberto García Abreu confirmó su apuesta por el diálogo. El también profesor de la Universidad de las Artes (ISA) recordó que las circunstancias han cambiado; dijo que los jóvenes tienen otro tipo de compromisos y otras maneras de entender la Patria. En su intervención García Abreu expresó: “Hemos actuado con las consecuencias y no con las causas. Yo no sé qué etiqueta se le va a poner, pero creo que si hubiéramos reaccionado con mayor rapidez, hoy tal vez las cosas serían de otra manera. (…) Toda sociedad tiene fracturas y sé que hay mucho descrédito por la forma en que se ha tratado la información sobre un tema tan neurálgico. Mucha gente no cree en la manera que se tratan, en la Televisión Cubana, los hechos más recientes”
La experimentada locutora y actriz Oneida Hernández agradeció haber sido invitada al diálogo y expresó sentirse orgullosa de ser artista por la implicación que tiene el gremio en la sociedad cubana. Sobre los hechos recientes dijo:
Esto tiene dos vertientes: una, la que estamos diciendo aquí dentro de nuestra casa, intentando resolver nuestros problemas, porque los problemas se resuelven así, cara a cara y dialogando; lo otro, en ningún país se permite. Ahí hay personas que están fuera de todo. Siempre ha sido delito aliarse con una potencia extranjera contra tu país; y lo que yo vi en la televisión, no me enseñaba otra cosa.
Entre los presentes se encontraban humoristas, actores, actrices, jóvenes dramaturgos, investigadores, coreógrafos, bailarines, artistas en general que conforman los consejos asesores de las instituciones del CNAE. En muchas de sus intervenciones se reflejó la preocupación por los acontecimientos más recientes, y por los momentos de cambio que vive el país. La mayoría abogó por la permanencia del diálogo entre los artistas y sus instituciones y rechazó la actitud mercenaria.
Al final del encuentro, Fernando Rojas agradeció la presencia de los asistentes. Dijo que de los temas planteados, el de la Televisión ha sido una constante en todos los espacios de diálogo que se han producido y que tendrá que analizarse a otro nivel.
Rojas puntualizó que será examinado el estado de opinión de los artistas sobre temas planteados, vinculados al turismo, la conservación de la memoria histórica, el trabajo relacionado con la cultura comunitaria, el trato de los miembros del orden interior con el público en la actual situación, entre otros.
Con satisfacción, el presidente del CNAE reconoció que la reunión había logrado su objetivo de diálogo e intercambio sobre cuestiones de la eficiencia institucional y sobre pormenores de la situación actual. “Este es un ciclo diferente y tenemos que aprender nuevas maneras de actuar y también aprender a tratar con esa nueva realidad cambiante”, expresó.
Agregó que es preciso continuar trabajando por una apertura del diálogo y proteger aquellas manifestaciones escénicas, como el teatro y la danza contemporánea, que pueden verse sacrificadas si se agrieta el sistema institucional y se afecta la política cultural del país, que tanto trabajo ha costado conservar. Lo que ha logrado Cuba en las artes visuales, la danza y el teatro contemporáneos es impresionante; y eso es reconocido a nivel internacional, acotó.
En estas nuevas interrogantes y decisiones se encuentran inmersos el Consejo Nacional de las Artes Escénicas y su sistema de instituciones de cara a la nueva normalidad y al ordenamiento económico y financiero en Cuba.
Redacción Cubaescena
Foto de Portada Archivo Cubaescena