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También la danza en Jornada Teatral

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Por José Omar Arteaga Echevarría

La Jornada Ciudad Teatral de este enero trajo tres puestas en escena que constituyeron el colofón de las actividades realizadas. A la par con el teatro, se insertó la danza en esta cita agramontina con las artes escénicas.

El proyecto danzario-teatral La Andariega tomó la Plaza de la Solidaridad o Plaza del Gallo, como se conoce popularmente, para regalar a invitados y transeúntes un colorido espectáculo con canciones y coreografías grupales que hicieron mover a grandes y chicos, cómplices presenciales del Bla Bla Bla del colectivo de infantes. También el Ballet Folclórico de Camagüey, dirigido por Reinaldo Echemendía, mostró escenas de María Antonia, a modo de agasajo a Verónica Lynn el pasado 22 de enero, Día del Teatro Cubano.

La noche del cierre de la Jornada se presentó en el Teatro Principal el Ballet Contemporáneo de Camagüey con un programa que incluyó dos obras del repertorio de la compañía Por el tiempo y Copos, además del estreno de Siluetas, creación de Lisandra Gómez, quién tiene la responsabilidad de liderar el colectivo danzario.

Por el tiempo, de Eric Rivera, es un solo que retrata a una mujer, hija, madre, esposa, hermana…en la coreografía se perciben elementos que apuntan a un discursar en torno a los roles de género asignados a las féminas. La pieza en pocos minutos coquetea con elementos de la danza contemporánea, pero mantiene una sólida postura académica, imbricando los pasos de ballet con lo gestual de las acciones cotidianas.

La coreografía permite el total lucimiento de su intérprete que llena el escenario y demuestra un dominio de la técnica, sin embargo, necesita la joven cuidar la interpretación. La danza rebasó hace tiempo la elemental noción de ser una secuencia de pasos organizados en un tiempo y espacio, en esta se inmiscuyen componentes sígnicos que la construyen y la devuelven al espectador de múltiples maneras, siempre tendrá todo arte esa misión de producir la expectación.

Siluetas, pieza intermedia del programa y estreno absoluto, pone en escena cuerpos femeninos heterogéneos. A través de las sombras que se perciben sobre un fondo de colores fijos, se hacen y deshacen las estructuras que mutan hacia figuras inverosímiles en el espacio de representación. La coreógrafa explora la sensualidad de las líneas a partir de la cinestesia danzaria, es sencilla en su partitura movimental y diseño espacial, atrapa por el misticismo que nos devuelve. Un acierto de la pieza es la banda sonora a cargo del joven Adrián Cansino e interpretada en vivo por talentosos músicos de la Orquesta Marbly de la provincia. Siluetas ya está en la escena, continuará madurando como obra dentro del repertorio de la compañía.

La tercera entrega de la noche fue Copos, coreografía de Yadismil Sánchez que aborda, según las palabras del programa, la singularidad del individuo en paralelo a la noción de que no hay ningún copo de nieve igual a otro, así mismo las personas. Esta pieza donde interviene toda la compañía, en su hechura contempla  los lenguajes expresivos de diferentes técnicas asociadas puramente a la danza contemporánea (el contact, volando bajo, Hawkins…). Es una pieza eminentemente física, demandante. Los bailarines la asumen con dignidad, cada uno desde su propia corporalidad, intención plasmada desde el propio concepto de la obra.

En Copos hay elementos certeros y otros que quedan sueltos y no logran empastar con el discurso danzario planteado, la coreografía traspasa las nociones de la repetición de secuencias, anteriormente hice referencia a ello. Toda puesta en escena de cualquier manifestación debe poseer una dramaturgia legible. Sea planteada la danza desde la narratividad lineal o la fragmentación es necesario organizar “acciones” y “pasiones”. Copos es una obra compleja en su estructura, con postulados interesantes.

La compañía cuenta con un cúmulo de intérpretes muy jóvenes, esto es una potencialidad en los tiempos que corren donde es inevitable el éxodo y la desidia. Estas nuevas generaciones están en manos de bailarines que bebieron de importantes maestros y tienen años de experiencia en el ámbito danzario cubano. Ver en escena al Ballet Contemporáneo de Camagüey con la vitalidad que se muestra es gratificante. La central provincia es una plaza fértil para el teatro y también para la danza, en las Jornadas Teatrales el plato fuerte fueron las funciones, además hubo un amplio cronograma teórico competente a creadores e intérpretes de la danza.

En Portada: Copos, coreografía de Yadismil Sánchez, Ballet Contemporáneo de Camagüey. Fotos Alejo Rodríguez Leiva