ORQUESTA SINFÓNICA DEL GRAN TEATRO DE LA HABANA ALICIA ALONSO CELEBRARÁ MEDIO SIGLO DE HISTORIA MUSICAL

Foto cortesía GTHAA

La Orquesta Sinfónica del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso (GTHAA) celebrará 55 años de historia musical los días 21, 22 y 23 de julio en los horarios habituales del teatro. Serán tres grandes conciertos en los que abordará una muestra de todo el quehacer de la institución, con énfasis en la música para el ballet, la ópera, la zarzuela y la opereta, sin desdeñar géneros más populares como el musical y la canción.

El viernes 21, 8:30 p.m., iniciará con La Magia de la Danza, dedicada a una de las especialidades de la orquesta: el trabajo con el Ballet Nacional de Cuba (BNC). El programa presentará selecciones de El Lago de los Cisnes, el adagio del ballet Espartaco, entre otras obras del repertorio de la compañía danzaria.

El segundo día, sábado 22, 8:30 p.m., presentará la gala Un palco en la ópera, con una selección de las arias más conocidas y oberturas de óperas: Cavalleria Rusticana, El Barbero de Sevilla, La Traviata, Rigoletto, Lucia di Lammermoor, La Boheme, El Trovador, Werther y otras. Participarán destacados solistas como las sopranos Katia Selva, Milagros de los Ángeles, Johanna Simón, Anisley Martínez, Alioska Jiménez, Indira Hechavarría, Cristina Rodríguez, Dayana Lorente, Dayami Pérez, el tenor Andrés Sánchez, los barítonos Abdel Roig y Reinaldo Cobas, y el bajo Marcos Lima; como invitado especial estará el tenor Bryan López, cuya carrera inició en el Teatro Lírico Nacional de Cuba bajo la guía del maestro Adolfo Casas, y desarrolla su carrera internacional en el Operastudio del Deutsche oper am rhein  en Düsseldorf, Alemania.

Como colofón, el domingo 23, 5:00 p.m. estará reservado para zarzuelas cubanas y españolas, operetas y mucho más, entre ellas selecciones Cecilia Valdés, Amalia Batista, La Leyenda del Beso o La Tabernera del Puerto, conocidos números de la opereta vienesa y otras sorpresas del musical y la canción popular.

Cada gala nombrada indistintamente según el repertorio, estará dedicadas a mostrar una buena parte del quehacer de la orquesta con la colaboración del Ballet Nacional de Cuba y el Teatro Lírico Nacional de Cuba.

Aunque con una historia anterior que se remonta a la propia fundación del teatro en 1837, y teniendo como antecedentes inmediatos a la orquesta creada en 1961 para ofrecer conciertos y acompañar representaciones de zarzuelas en el teatro Payret; en el año 1962 se constituye oficialmente la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro de La Habana, bajo la dirección del maestro Félix Guerrero, estrenando junto al Teatro Lírico la zarzuela Luisa Fernanda y la opereta La princesa de las Czardas.

En el año 1963 comienza su colaboración con el Ballet Nacional de Cuba en la pieza Coppelia, relación que mantiene hasta el presente acompañando todas las temporadas de la compañía, así como su participación en todos los Festivales Internacionales de Ballet de La Habana, y la realización también de numerosas grabaciones para el BNC.

La orquesta ha trabajado además con prestigiosas agrupaciones danzarias y de ópera como el ballet rumano de Bucarest, en Anastasia, bajo la batuta de su autor y director musical, el maestro Tailescu; el Ballet Kirov, de Leningrado (hoy Teatro Mariinsky de San Petersburgo),  la Ópera de Leipzig, y más recientes con el Royal Ballet de Londres, el Ballet Español de Cuba, el Ballet de Camagüey y Acosta Danza.

Numerosos directores extranjeros han pasado por su podio, entre ellos Daniel Capps (Inglaterra) Jean Paul, Penín y Nathalie Marín (Francia),  Yoshikazu Fukumura (Japón) y Richard Bonynge (Inglaterra); así como un numeroso grupo de maestros cubanos, desde su fundador Félix Guerrero, Rodrigo Prats, Enrique González Manticci, Manuel Duchezne Cuzán, Elena Herrera, Rembert Egües, Jorge López Marín, Iván del Prado, Enrique Pérez Mesa y Roberto Sánchez Ferrer.

Con la reapertura del Gran Teatro de la Habana Alicia Alonso (2016) y bajo la actual dirección del maestro Giovanni Duarte, la orquesta ha iniciado un interesante proyecto de desarrollo profesional, enfocado hacia una proyección de la orquesta en el panorama musical cubano y la superación de sus integrantes, en su mayoría jóvenes graduados del sistema nacional de enseñanza artística.