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Hay Que «Mirar La Labor Del Crítico Desde La Perspectiva De Orientar Al Espectador»

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A propósito de la celebración por el Día Nacional del Teatro Cubano, la sección Contrapunteo del Noticiero Cultural de la Televisión Cubana propuso un debate  con el tema “Los desafíos de la crítica teatral en Cuba”. Es por eso que para la emisión del jueves 23 de enero invitaron al estudio a Fernando Rojas, viceministro de Cultural y presidente del Consejo Nacional de las Artes Escénicas.

Indira Román: Hace como un año tocamos este tema de la crítica teatral, pero quisimos retomarlo por la importancia que tiene y qué bueno que pueda ser así. Me gustaría empezar esta entrevista con un punto bastante interesante en este asunto. ¿Cuál es su valoración de cómo debiera ser la relación entre críticos e instituciones?

Fernando Rojas: El Consejo Nacional de las Artes Escénicas y algunas de sus instituciones están manteniendo un diálogo muy fluido y permanente con los críticos. En esta rama de la creación tenemos una cantidad importante de críticos muy calificados, más en el teatro y menos en la danza, pero en general muy calificados.

Son ellos muy críticos. Creo que las cosas que nos dicen, lo hacen con mucha sinceridad, y con frecuencia han ayudado a encaminar el trabajo de la institución por el derrotero de apostar a la máxima calidad en lo que hacemos.

Indira Román: En el segmento de las opiniones, algunos televidentes decían que se han perdido algunos espacios que sería bueno rescatar, como es el teatro en la televisión que pudieran funcionar como guías para que el público sepa qué obra se recomiendan…

Fernando Rojas: Bueno, como solemos hacer hemos estado muy al tanto de lo que dicen los televidentes. Siempre he dicho que nuestra presencia aquí es una especie de rendición de cuenta al público…

Este segmento, este noticiero, medios de comunicación como La Jiribilla, Cubaescena del propio Consejo Nacional; sobre todo estos que he mencionado, han hecho sobre todo un esfuerzo importante en rescatar espacios de crítica. También hay una columna de opinión  en Granma, del crítico Omar Valiño, hay otra en Juventud Rebelde de Frank Padrón, hay algunos espacios en la radio que son muy importantes.

Pero efectivamente falta orientación al espectador. Pienso, por ejemplo, que rescatar un espacio permanente en la revista Buenos Días puede ser importante, como lo sería también en el Noticiero del Mediodía.

Creo que debemos ir combinando ejercicios de orientación, de análisis de crítica, con presentaciones teatrales en los medios, sobre todo en la televisión. Afortunadamente después de un período en que no se realizaron teatros para la televisión, hoy se están exhibiendo algunos teatros de años anteriores y se están produciendo seis nuevos de obras presentadas recientemente en nuestras salas teatrales.

Oficio de isla, un espectáculo con un alto nivel estético y de convocatoria. Foto Sonia Almaguer.

Eso será un acierto, pero quiero subrayar la necesidad de nuevas columnas de críticas, más espacios de orientación. Por dos razones: una es que ante determinadas debilidades cualitativas, ante la hipertrofia en los catálogos con números de agrupaciones absolutamente exorbitante y que no siempre expresan un rendimiento adecuado, en términos de presentar al espectador piezas de gran calidad, nosotros solemos decir y exigirle a la crítica que tiene que ser más aguda, más incisiva, más dada a señalar los problemas de la creación; la otra, y que a mí se me antoja mucho más importante, y es que el espectador necesita conocer lo mejor de nuestra producción escénica.

Este país tiene un gran tesoro en algunas de sus ciudades más importantes, sobre todo en la capital, que es la programación cultural que tiene. Poseer un espacio como el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, donde se presenta el ballet, la danza, la ópera, y que eso esté al alcance del espectador promedio, creo que eso es un tesoro infinito y podría citar muchos más ejemplos. Este es el mejor antídoto a la banalidad, la mediocridad, a la grosería, al emporio del mal gusto.

Por eso pienso que hay que mirar la labor del crítico desde la perspectiva de orientar al espectador sobre su participación en esos espectáculos de mayor nivel. Creo que en el último período, con obras como Oficio de Isla, La clemencia de Tito, Hierro de Argos Teatro; como las frecuentes presentaciones del Ballet Nacional, Danza Contemporánea de Cuba, Acosta Danza, de otras compañías de danza que tenemos de mucho nivel, constituyen una oportunidad que muchas veces el espectador se pierde por falta de orientación.

La clemencia de Tito, importante producción de las Artes Escénicas en 2019.

Además, y lo hemos discutidos en estos días, de que esas piezas de alto valor, tanto en términos estéticos como en términos humanos, son piezas que apuntan a la formación de los mejores valores del ser humano, podrían también presentarse en otros escenarios.

Creo que el crítico nos tiene que ayudar a llamar la atención de públicos sobre lo mejor que hacemos, a señalar lo que está mal, y a persuadir a las instituciones, a las autoridades locales a promover ese gran tesoro que es lo mejor de nuestra creación escénica.

 

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