MARTHA GARCÍA. DANZAR LA VIDA ENTERA

Por Mercedes Borges Bartutis

La danza cubana acaba de perder una de sus bailarinas clásicas más interesantes en muchos años de historia de ballet en esta Isla, que siente el baile de puntas como uno de los elementos decisivos para continuar con su existencia.

Martha García, intérprete determinante para el desarrollo del ballet cubano, falleció este domingo, 29 de enero, en Madrid, ciudad donde residía desde 2005. La noticia se esparció rápido por Madrid, La Habana, Buenos Aires, y muchas otras ciudades donde el nombre de Martha García es más que conocido, por ser una figura pública bien reconocida entre balletómanos, críticos, bailarines, y público en general.

Nacida en Guanabacoa, en 1949, Martha García estudió ballet en la Academia Alicia Alonso y se convirtió en un bailarina a tener en cuenta dentro del Ballet Nacional de Cuba, convirtiéndose en una suerte de puente imprescindible entre dos generaciones de gran importancia: Las Cuatro Joyas y Las Tres Gracias.

Bailó los protagónicos de los grandes clásicos del repertorio internacional del ballet,  mezclando proezas técnicas con fuertes caracterizaciones, y dejando huellas en obras puntales de la agenda del Ballet Nacional de Cuba, como la Soledad de Tarde en la siesta de Alberto Méndez, o la Novia en Bodas de sangre de Antonio Gades, ambas obras determinantes de la década del 70 del siglo XX, en la compañía que dirige Alicia Alonso.

Martha fue una ensayadora fabulosa y sus incursiones en la coreografía la convirtieron también en una repositora a tener en cuenta. Junto a María Elena Llorente regaló una hermosa versión de Don Quijote al Ballet Nacional de Cuba en 1988, que fue aplaudida en muchos escenarios internacionales, adonde fue invitada la compañía cubana.

Junto a su esposo, el primer bailarín Orlando Salgado, García dirigió el Ballet del Teatro Colón de Buenos Aires entre 2001 y 2004. Desde 2005, se radicó en Madrid y ejerció como profesora en la cátedra de danza de la Universidad Juan Carlos I. En 2014, visitó La Habana y presentó su libro Danzar mi vida, publicado por la editorial española Ediciones Cumbres. La obra fue prologada por el crítico Roger Salas y ofrece las memorias de su brillante carrera artística.

Con la muerte de Martha García, Cuba pierde a otra de las bailarinas pertenecientes a una época dorada de su ballet nacional, una bailarina que siempre quiso bailar la vida entera.

BOOKTRAILER DANZAR MI VIDA

https://www.youtube.com/watch?v=FEWbYf9a91Q