La Crítica En Los Tiempos De Facebook

Por José Omar Arteaga Echevarría

Lo digital se ha convertido en una extensión del cuerpo humano. Vivimos simultáneamente en un mundo “real” y uno “virtual”. Todos tenemos cuerpos electrónicos. Somos una cifra en un banco de datos.[1]

Diana Taylor

En el contexto socioeconómico actual marcado por la globalización, el constante bombardeo de información, códigos y mensajes que nos llegan a través de los medios digitales, en una era donde el internet dicta “lo veraz”, lo “in” y lo “out”, donde se han roto los límites entre lo público y lo privado, lo verdadero y lo falso, las redes sociales electrónicas configuran una manera –en muchos casos la única manera– de comunicación humana. Inevitablemente se trastocan los factores que intervienen en esta comunicación, lo que condiciona otros tipos de dinámicas sociales que se pueden ver como relativamente nuevas.

Facebook es la red social que más usuarios tiene en el mundo. Este y otros escenarios son propicios para el intercambio, la consulta y la obtención de información. A través de estas plataformas virtuales también se hacen los ejercicios de criterio dirigidos, fundamentalmente, a los fenómenos sociales. El arte pudiera considerarse privilegiado al circular en esta plataforma. Reproducciones de pinturas, reseñas de libros, videos de danza o performance, links que redireccionan la atención hacia otros sitios donde se amplía la información…

Es “muy fácil” en los tiempos que corren ejercer la opinión o establecer ejercicios críticos con respecto a determinada cuestión artística. Esto, a la vez que contribuye en gran medida a la promoción artística, también pudiera caer en la trampa de la crítica superficial.

¿Qué voces son las autorizadas para ejercer la crítica en Facebook?

Por supuesto que la libre expresión es un derecho universal, pero debemos tener cuidado ante los juicios valorativos con respecto a la obra de arte. Todo el que escribe (aún teniendo las mejores intenciones), puede pecar de “tonto” ante la opinión especializada de un crítico, persona capacitada y que más allá de dejarse llevar por la impresión o el favoritismo hacia cierto estilo o forma artística, es capaz de emitir una opinión fundamentada sobre una obra.

La crítica de danza ha aparecido en las redes en menor medida, según mi apreciación. En el caso de Cuba, muchos especialistas se mantienen al día con las tecnologías y comparten, postean o linkean[2] sus trabajos críticos. Este es el caso del investigador Noel Bonilla Chongo y el periodista Yuris Nórido, por solo mencionar dos ejemplos en el ámbito cubano. El primero siempre comparte reflexiones en torno a temas específicos, asociados principalmente a la creación contemporánea, y Nórido, desde un perfil más periodístico, aporta sus criterios. Esta es una de las principales alternativas que mantienen viva a la crítica en los tiempos de Facebook, emplear las ventajas que ofrecen los medios de comunicación y las plataformas digitales. Internet parece haber dominado el mundo.

En “la web –como señala Jesús Martín Barbero– se torna aún más difícil diferenciar y apreciar lo que de veras vale”[3]. Hacer un ejercicio responsable de la crítica, un arte sensible que llegue a todos los sectores, concebir el trabajo con el decoro que necesita, es una manera de promoción y constituye una competencia comunicativa a la altura de las exigencias y demandas de la creciente digitalización del ser humano que busca en estos sitios la información.

Barbero también indica: “Estamos ante la configuración de un ecosistema comunicativo conformado no sólo por nuevas máquinas o medios, sino por nuevos lenguajes, sensibilidades, saberes y escrituras”.[4]

Para llamar la atención sobre esto, en Cuba se necesita difundir más los procesos creativos, hacer más dinámicos los sitios web especializados en arte y específicos en danza, visibilizar los portales donde se encuentren materiales audiovisuales sobre las distintas compañías del país, y ofrecer algo más que una síntesis en Facebook, donde la información se pierde de manera muy rápida ante el constante flujo de todo tipo de cuestiones personales y sociales. La crítica tiene una tarea que no es sencilla, pues se debe atemperar a lo que acontece, debe tener mayor presencia y legibilidad, lo que traerá consigo un mayor interés y reconocimiento por parte de las personas que interactúan en estas plataformas virtuales.

[1] Performance. Diana Taylor. Argentina. ED Akian gráfica SA.2012 (pág.102)

[2] Términos frecuentes en el uso de Facebook y otras plataformas virtuales.

[3] Martín Barbero, Jesús: Culturas y comunicación globalizada. Tomado de Revista Científica de Información y Comunicación. 2009, p 175.

[4] Martín Barbero, Jesús. Tomado del ensayo La globalización en clave cultural: una mirada latinoamericana. 2007, p 37

 

CONTENIDO RELACIONADO

La Postcrítica En La Era De La Postlegitimación (I)