El Viaje De GPS Teatro A La Caverna

Por Gabriela Perera Vitlloch

Conocí a Rei Castañeda pocos meses antes de graduarse en la especialidad de Teatrología por la Universidad de las Artes, ISA. Un acercamiento sartorial en la caverna platómica, texto que escribiera Virgilio Piñera en los años setenta, era el centro de investigación en su trabajo de diploma, que traería consigo también las primeras propuestas para la puesta en escena con su agrupación GPS Teatro.

Arropamiento es el resultado de un largo viaje en el que entran a dialogar la vida del director, su herencia teatral, la influencia desmedida de su contexto, sobre la base del texto piñeriano, y sobre los referentes filosóficos del dramaturgo.

Entre los días 23 y 24 de noviembre pasado, en la sala  El Ciervo Encantado ocurrieron las últimas funciones del espectáculo, que ya ha sido expuesto en espacios alternativos de La Habana como Sterio Segura Studio, A + espacios adolescentes y Fábrica de Arte Cubano. La asistencia desmesurada de público marcó, una vez más, la experiencia del espectáculo. Y es que la disciplina y gran profesionalidad de Castañeda como teatrólogo, profesor de historia del teatro, director de televisión, lo han hecho merecedor de un gran aprecio y popularidad en nuestros medios. El teatro ha sido el soporte que ha elegido para indagar en las posibles formas de acceder a lo verdadero.

Para Platón la verdad deviene de un proceso de mutación, existe cuando pertenece a una realidad históricamente actual. Wikipedia me dice que la verdad es la coincidencia entre una afirmación y los hechos. Con Casteñeda conversé sobre la verdad en algún techo en inverno, pero yo solo recuerdo que nos contamos la vida y que Arropamiento estaba en proceso.

Luego de ser estrenado el espectáculo dicho concepto tomó, para la escena cubana, una carga muy compleja debido a la forma en la que el texto piñeriano fuera intervenido. Esto  ha generado también ciertas polémicas, tanto para la crítica como para el público no especializado, que en gran parte es producto del cuestionamiento sobre la posibilidad real de ser desterrada una máscara por los personajes, por los actores, por los cuerpos que están en escena.

El teatro del absurdo, el auto sacramental, la parodia, el existencialismo presente en Un acercamiento sartorial… dialogan con una visualidad actualizada que se proyecta en el texto que los actores intervienen, en su vestuario, en los dispositivos tecnológicos que utilizan, en la imbricación de las redes sociales. Se produce una simbiosis de referentes que ha partido de la investigación textual e histórica piñeriana y se ha enraizado en la decadente sociedad actual.

Los personajes conviven entre dos pantallas que permiten la visualización de gran parte de las acciones referidas a la tecnología y sobre un mandala dispuesto en el centro del escenario. Si nos detenemos en la estructura percibimos inmediatamente los valores referenciales equidistantes con los que juega la pieza. Es decir, solo la disposición escénica ya habla de la gran carga del viaje: desde una figuración espiritual, de genética orientalista, hasta dispositivos completamente contemporáneos que aluden al mundo material.

¿Cómo responden entonces los personajes a ese contexto? ¿Quiénes son verdaderamente? Encontramos jóvenes deformados por la extravagancia de la banalidad; dominados por un mundo mediático, tecnológico y agresivo. Sus atuendos han sido extraídos de la realidad: las gafas, los peinados, las ropas; y estos elementos de forma inmediata conectan con cuerpos de nuestro presente.

En el mundo descrito, los actores poseen dobles lenguajes que se homogenizan para lograr su integridad. Está la palabra de Piñera y las voces que Castañeda ha extraído de lo real para contextualizar el texto madre, mediante su visión y necesidad. Dicha dualidad crea una visión nueva y extraña que restaura el tiempo que dista entre ambas construcciones.

El concepto de la máscara cubre la puesta en escena. El texto, la banda sonora, los actores, sus formas expresivas, sus vestuarios, la forma en que se relacionan, cargan con el insoportable peso de la máscara; de ahí que el viaje hacia la verdadera esencia humana sea un proceso muy delicado.

Para ser liberados, los personajes deberán desterrar sus máscaras; dicha acción generará un espacio de riesgo en la individualidad de los actores y actrices y su papel, en cada función, y también en la evolución del trabajo del director por ser padre o guía del posible camino hacia lo verdadero.

Con la materialización de su tesis, Rei Castañeda abre un nuevo lugar dentro de nuestro panorama teatral, apto para reflexionar respecto a nosotros mismos y a nuestra realidad. Aunque haya aún mucho material que revalorar, decantar o incluir para que pueda ser el alma realmente liberada del vacío enajenante de lo cotidiano.

El compromiso real con la escena cubana, el exhaustivo trabajo de la agrupación y asumir el riesgo de interpretar hoy a Virgilio Piñera, merece nuestro respeto y admiración. Tendremos que comenzar a seguir de cerca el trabajo de GPS Teatro. El viaje hacia las esencias devendrá en un trabajo profundo e inagotable que la puesta en escena Arropamiento ya anuncia.

Fotos tomadas del perfil de Facebook de Rai Castañeda