Codanza, 30 años del espíritu vivo del fuego (Primera parte)

Este domingo 25, día del aniversario 30 de la compañía, los estudiantes de la especialidad de Danza de la Escuela Elemental de Arte Raúl Gómez García, realizaron un homenaje a la Compañía

Por Erian Peña Pupo

Las imágenes del fuego

La inauguración de la exposición Codanza, el espíritu vivo del fuego, que reúne carteles a partir de imágenes realizadas por diferentes fotógrafos a varias de las principales coreografías de la Compañía de Danza Contemporánea Codanza, de Holguín, marca el inicio de la jornada por el aniversario 30 del colectivo, liderado por la maestra Maricel Godoy.

Diseñadas por Raúl Barea, las gigantografías parten de instantáneas realizadas en el transcurso de estas tres décadas, sobre todo en los últimos años, por los artistas del lente Juan Pablo Carreras, Carlos Rafael, Wilker López y Frank Batista a emblemáticas coreografías estrenadas por Codanza, como Casita, de Robert Priore; Nada, de Norge Cedeño; Pasajera la lluvia, de Nelson Reyes; Non, de Osnel Delgado y Lisbeth Saad Godoy; Seis grados de separación, de Vianki González, y Memoria fragmentada, de Aldo Siles.

“Codanza arriba a cada aniversario con avances indudables, que reafirman su singular personalidad expresiva, con bailarines virtuosos y coreografías matizadas por la variedad temática, pues a los códigos de la danza contemporánea agregan el eclecticismo de la danza teatro”, comentó el escritor y periodista Rubén Rodríguez en las palabras inaugurales de la exposición, abierta al público en el Centro Provincial de Arte.

Maricel Godoy es la fundadora de la Compañía y una promotora natural de la danza en esa región del país.

En la vida de Codanza –comenta Rubén en sus palabras de presentación– “se marcan varias etapas: la primera, virtuosa y fiel a su canon danzario contemporáneo; la segunda, caracterizada por la diversidad estilística y la pluralidad de poéticas; la siguiente, deudora de la danza teatro; la próxima, más conceptual y compleja, abierta al trabajo con otros coreógrafos y directores artísticos que han enriquecido su universo referencial”. La compañía “continúa arriesgándose contra todo pronóstico y asume su destino de escuela, donde se forman artistas integrales, que luego vuelan a donde el corazón les lleve. La renovación constante de su cuerpo danzario reafirma su voluntad de permanencia y corrobora una frase de su fundadora: A esta ciudad solo le daremos gloria”.

Al recorrer la sala principal del Centro Provincial de Arte encontramos imágenes que son parte de la esencia de clásicos del repertorio de Codanza, piezas ganadoras de premios en disímiles certámenes en Cuba y el extranjero, memoria de la escena, como Muerte prevista en el guion, de Susana Tambutti; El espíritu de la tierra, Ritual y Yényere Gumá, de Maricel Godoy; Todo de mí, de Tangin Font; Estación para pensar, de Vianki González; Suelo, de Osnel Delgado, Imagen en el lente, de Gilberto Pérez, y Eva y él, de Nalia Escalona.

Además, piezas recientes en el repertorio de la Compañía, como Tráiler, de Norge Cedeño; Segundo sexo, de Vianki González; Imagen, et similitudinem y ABC.ASÍ.NO (Población flotante) de Yoel González; Árbol de fuego, de Pepe Hevia, y Tú, hombre de Dios (oculto, asustado, extraviado) de George Céspedes, el más reciente estreno de Codanza, integran parte de la memoria escénica desde la imagen que ofrece la muestra expositiva.

El espíritu de la tierra, pieza medular en el repertorio de Codanza.

Rubén Rodríguez señala, además, que “es suya, además, la impronta del Concurso de Danza Vladimir Malakhov-Atlántico Norte, devenido festival internacional y espacio contemporáneo de aprendizaje, confrontación y confluencia, una apuesta por la calidad artística”. Una imagen de esta figura del ballet mundial, tomada por Carlos Rafael, interpretando La muerte del cisne, en su visita a Holguín en 2013, génesis del festival, forma parte de los momentos que destaca la exposición Codanza, el espíritu vivo del fuego.

Los fotógrafos supieron atrapar –cuestión nada fácil cuando nos referimos a la fotografía para la escena– parte de la esencia del misterio-Codanza, de la fuerza y la destreza que sus bailarines le impregnan, esos que hoy “bailan en Las Vegas, Londres o New York, está todavía la huella de la lluvia pasajera, el espíritu del campo o un banco que muere de amor en esas tardes holguineras, hechas a la medida de los amantes”. Estas imágenes dejan testimonio del fructífero y hermoso tránsito por tres décadas de esfuerzo y creación.

Desde hace 30 años –nos recuerda Rubén Rodríguez– los nuestros son también los días de Codanza, días en los que hemos presenciado al espíritu vivo del fuego crecer en la danza.

Muerte prevista en el guión, de la argentina Susana Tambutti, continúa como una de las obras principales de Codanza.

Una jornada con la fuerza, la agilidad y la destreza de Codanza

La jornada, de aproximadamente dos semanas, está dedicada al maestro Cosme Proenza Almaguer, fallecido recientemente. Cosme, comenta Maricel Godoy, fue un creador bastante cercano y cómplice de los proyectos de Codanza, entre ellos la coreografía Año cero, un tributo a los 50 años del pintor, grabador y escultor, a partir de la serie Boscomanías, y también el montaje de Los dioses escuchan, ambas premiadas en festivales.

En su primer momento la jornada incluyó la realización de performances e intervenciones con estudiantes de la Enseñanza Artística y otras compañías escénicas, en el salón principal del Centro Provincial de Arte, espacio céntrico de la ciudad de Holguín. En la primera jornada, junto a estudiantes de la Academia Regional de Artes Plásticas El Alba, y el profesor y artista Ronald Guillén Campos, con quienes realizaron una acción creativa que mezcló la expresión danzaria con las manifestaciones plásticas; además la Compañía de Narración Oral Palabras al Viento, dirigida por Fermín López, le dedicó sus “Palabras para Codanza”, un atractivo espectáculo que congenió –a partir del rodaje de un “programa de televisión” titulado “Danza externa”, con su entrevista central y sus secciones– el humor y la actuación junto a la presentación de los bailarines de Codanza con fragmentos de varias de sus coreografías, como Titiritero, Interiores y Casita.

Este domingo 25, día del aniversario 30 de la compañía, los estudiantes de la especialidad de Danza de 3ro, 4to y 5to año de la Escuela Elemental de Arte Raúl Gómez García, realizaron un homenaje a la Compañía, con el nombre “Codancero quiero ser”, al interpretar las obras Zapateo para una bella dama y Vida, de los profesores Ernesto Benítez y Yazmín Sarmiento, respectivamente, y Friends y Picatrix, de la primera bailarina

La plasticidad distingue al elenco holguinero.

Vianki González. El espacio posibilitó el intercambio y la improvisación entre integrantes de Codanza y los alumnos, cantera con la que ha crecido en estas tres décadas.

Otra exposición, Memorias de un Festival será inaugurada en el lobby del Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol, y repasará con imágenes las cinco ediciones del Concurso de Danza Malakhov, así como el encuentro, en 2014, del bailarín ucraniano con el público holguinero.

La jornada cerrará con las presentaciones, en el Eddy Suñol, de las coreografías ABC.Así.No (Población flotante), de Yoel González; Tú hombre de Dios (Oculto, asustado, extraviado), de George Céspedes, el más reciente estreno de la compañía; la exitosa Muerte prevista en el guion, de la argentina Susana Tambutti, y Árbol de fuego, de Pepe Hevia.

Fotos del autor y Archivos del CPAE Holguín