Puentes Sobre Los Muros, Una Rebelión Del Pensamiento Cultural Ante La Crisis*

Ante la crisis tiene que existir una rebelión del pensamiento, del autoanálisis, todo en función de develar nuevos caminos por los cuales enrumbar la marcha.

Por Kenny Ortigas Guerrero

Los estados de crisis suponen un quiebre en la estabilidad del estado natural de las cosas, o al menos de lo que se puede considerar natural. El ser humano en su individualidad y en su relación con su entorno crea un conjunto de dinámicas que le permiten organizar su vida de manera sistémica, y aunque la incertidumbre está presente al abrir los ojos cada día, esas dinámicas permiten planificarnos, trazarnos metas… en fin, son motivación inherente de nuestra especie para crecer y desarrollarnos.

Algunos sienten que cual castillo de naipes se desmorona todo al enfrentar un momento caótico, otros alegan que las crisis son necesarias para auto superarnos, para romper el estado de confort y salir en búsquedas de soluciones, activar el espíritu creativo, tomar conciencia del yo en el presente y crear anticuerpos psicológicos ante la pesadumbre y el abatimiento.

Decía Albert Einstein “La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura, quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es una caricia…”

Queramos o no, para mal, para bien…no sé, lo que está claro es que el mundo fue sorprendido por esta pandemia y lo que solo apreciábamos dentro de la ficción de la literatura y el cine, principalmente, hoy se torna una realidad apabullante.

Pero, ¿qué hacer?, ¿dejarnos abatir?, ¿hundirnos en el desconsuelo, en la parálisis total del accionar ante este contexto desconocido? Mi opinión, muy personal, es que ante la CRISIS tiene que existir una rebelión del pensamiento, del autoanálisis, todo en función de develar nuevos caminos por los cuales enrumbar la marcha y con aguda mirada focalizar aquellos senderos azarosos que nos lastiman, enmohecen y que desgraciadamente, en muchos casos, han sido fruto de nuestra creación.

En medio de todo esto ¿dónde está el arte, cómo queda? Esa fue la gran cuestión que repartida en tres preguntas se lanzó al ruedo de un Foro Debate en redes sociales, con intelectuales y creadores de las artes escénicas de Cuba.

La pandemia del Covid 19 ha castrado, en un gran por ciento, el fluir armónico de todo lo que en materia de creación artística se realizaba y se proyectaba en Cuba. El campo de las Artes Escénicas donde el acto presencial de la representación requiere de esos elementos fundamentales, intérprete y espectador, también se ha visto afectado notablemente y se ha reducido su bregar a iniciativas audiovisuales que inundan las redes en internet y desafían con un aliento de infinita esperanza al ostracismo, que, por obligación prudente, hemos tenido que ceñirnos.

Este foro surgió también de esas iniciativas que en tiempos convulsos ameritan la anuencia, el diálogo y consenso profundo de personas que piensan desde la cultura para construir un discurso enaltecedor para la moral y el espíritu del hombre. Pensamiento intelectual, según Graziella Pogolotti…

“es aquel que interroga la realidad desde sus disímiles aristas, con el propósito de conocerla, con el propósito de reconocerla, de elaborar y difundir nuevos conocimientos, con vistas, en la medida de lo posible, de participar en su transformación…”

Así, este espacio para la socialización de ideas sitúo referencias a la ética de los creadores y el papel del arte como síntesis y cronista de su realidad. Se agradece a los amigos que acompañaron el intercambio: Omar Valiño (Director Biblioteca Nacional de Cuba), Mario Junquera Moragéz (líder del camagüeyano Teatro del Espacio Interior), Rubén Darío Salazar (Director de Teatro Guiñol Nacional y Teatro de Las Estaciones), Elmo Hernández (Presidente de la Fundación Ludwig), Ernesto Parra (Director de Teatro Tuyo, de Las Tunas), Eberto García Abreu (Jefe de la Cátedra de Dramaturgia y Teratología del ISA), Claudia Artiles (Periodista de Radio Cadena Agramonte), Lillitsy Hernández Oliva (Vice Presidenta del Consejo Nacional de las Artes Escénicas).

Algunas de las principales ideas que se generaron en este espacio de debate se enfocaron en la posibilidad que puede tener el teatro para aglutinar esta nueva experiencia y traducirla en imágenes profundas para los espectadores. También se dialogó sobre la coherencia entre el pensar, el hacer y el decir, sobre la base de la honestidad, y que han de ser el fundamento ético del quehacer de los artistas.

Por otro lado, se hizo visible como la demagogia, el oportunismo y la falsedad, por más que se enmascaren, en el teatro o en los escenarios de la sociedad, son máscaras endebles que cualquier representación es capaz de desmontar en lo inmediato o a más larga trayectoria.

Se enfatizó, además, a cerca los creadores y críticos que junto a nuestras instituciones culturales tienen que unirse de forma atinada para incidir certeramente en que esa sensibilidad humana prevalezca siempre ante la peor de las epidemias: el individualismo.

Varios criterios situaron al arte como una posible vacuna para destensar la realidad futura. Por eso, el artista debe estar ahí, preparado, armado no solo de vocación y talento, sino también de respeto y curiosidad por las expresiones y sentires del respetable.

Otras interrogantes y cuestiones se suscitaron en el espacio del foro, pero sin lugar a dudas lo más importante es que se convirtió en una forma más de tender puentes sobre los muros.

*Foro Debate de artistas e intelectuales de Cuba, realizado el 17 de abril de 2020 a las 7:00 pm en las redes sociales, sobre el impacto de la pandemia del COVID 19 en la creación artística.

En portada: Gruto TECMA, foto tomada de Radio Cadena Agramonte.